LOS PARACAIDISTAS DEL EJÉRCITO DE TIERRA CUMPLEN AÑOS

23.02.2023 09:46

En 1953 el mundo se dividía en dos bloques antagónicos, que capitaneaban Estados Unidos y la Unión Soviética y que mantenían la llamada "guerra fría".  España, que hacía algo más de década y media que había puesto punto y final a su Guerra Civil, estaba casi totalmente aislada en el ámbito internacional y encerrada en sí misma.

Sin embargo, dos hechos cambiaron la situación de nuestro país en el mapa geoestratégico mundial. El primero, el Concordato con la Santa Sede, firmado en 1952. El segundo, los denominados Pactos de Madrid (1953), tres acuerdos ejecutivos sellados en la capital de España entre el Régimen de Francisco Franco y los Estados Unidos de Dwight D. Eisenhower, el primer presidente estadounidense en pisar territorio español en visita oficial (1959).

Estos acuerdos incluían, entre otras cosas, la instalación en suelo español de cuatro bases militares norteamericanas. A cambio, Washington proporcionaría ayuda económica y militar y, a su vez, incorporaba a España a uno de los dos bandos de la Guerra Fría, el denominado bloque occidental. Esta colaboración directa con el Ejército estadoudinense impulsó una reestructuración y modernización de las Fuerzas Armadas españoles, especialmente, del Ejército de Tierra.

El entonces ministro del Ejército, el general Aguntín Muñoz Grandes, ordenó la creación de la Iª Bandera Paracaidista del Ejército de Tierra, el 17 de octubre de 1953. La misión se le encomienda al comandante Tomás Pallás Sierra, un militar con una brillante hoja de servicios que en esos momentos estaba al mando de la V Bandera del II Tercio 'Duque de Alba' de la Legión.

Primeras banderas paracaidistas

Junto a 8 oficiales, 12 suboficiales y 149 de tropa, voluntarios principalmente que provenían de La Legión y de los Cazadores de Montaña, se crea la I Bandera Paracaidista, que recibe el nombre de 'Roger de Flor', en memoria del famoso caudillo almogávar que sirvió a la Corona de Aragón durante los siglos XIII y XIV, quien también aporta el emblema: la flor de Lis. Esta primera unidad se ubicó en Alcalá de Henares, a una treintena de kilómetros de Madrid.

Acuden a formarse a la Escuela Militar de Paracaidismo 'Méndez Parada', que pertenece al Ejército del Aire. Varias semanas después del inicio del curso, el 23 de febrero de 1954, se realiza el primer lanzamiento desde aviones Junker y Savoia y utilizando paracaídas modelo T-6. El día 16 de marzo finaliza el curso y sale así formada la primera promoción de paracaidistas del Ejército de Tierra español.

 

Durante los primeros meses de vida su uniformidad no fue muy estricta. Tanto los mandos como la tropa vestían con la uniformidad de sus armas o cuerpos de procedencia. Eso sí, para los ejercicios y los imprescindibles saltos les fueron entregadas algunas prendas del Ejército del Aire, como gorras de visera, entre otras.


La primera baja en acción paracaidista se producirá poco después de acabado el curso de formación. El 28 de abril de 1955, durante un lanzamiento de instrucción cerca de Alcalá de Henares, fallece el Caballero Legionario Paracaidista (título que reciben por la profunda relación de esta unidad con La Legión) Antonio Ortiz Pérez. Se queda enganchado en el patín de cola del avión, un Yunker-52, precipitándose al vacío con el paracaídas destrozado.

En enero de 1956 se crea la Agrupación de Banderas Paracaidistas y se inicia la organización de la II Bandera Paracaidista, que recibe el nombre de otro caudillo almogávar, 'Roger de Lauria'. La misma queda formalmente constituida en junio de ese año.

Poco tardaron las banderas paracaidistas en tener su primera prueba de fuego. La agresión a las provincias españolas en el norte de África en 1957 supuso su primera entrada en combate, el 16 de agosto en Tiquisit Igurramen (Ifni). También realizaron sus dos primeros saltos en guerra: en Tiliuín el 29 de noviembre de 1957 y en Erkunt el 19 de febrero de 1958. Como consecuencia de estas operaciones fallecieron cuatro oficiales, y treinta y tres legionarios paracaidistas. Otros ochenta resultaron heridos.

 

Primer salto de guerra de la Brigada efectuado sobre Tiliuín, durante la operación Pañuelo.

                                                                  Primer salto de guerra de la Brigada efectuado sobre Tiliuín, durante la operación Pañuelo.

 

 

Ésta no sería la única vez que los paracaidistas españoles tuvieron que intervenir en operaciones de combate. Su valía y formación, sus valores heredados de los históricos Tercios españoles y su espíritu legionario hicieron que fueran desplegados por el Gobierno español en 1961 en el Sahara Occidental, durante el denominado Conflicto de los Petrolitos, y en 1974 y 1975 en la misma zona por la agresión marroquí que cristalizó en la Marcha Verde.


Fundación de la BRIPAC

En febrero de 1966,se organiza la Brigada Paracaidista (BRIPAC) del Ejército de Tierra, integrando en ella elementos de maniobra, así como los apoyos necesarios para combatir de forma autónoma, en el marco de operaciones paracaidistas y aerotransportadas. Recibirían su bandera dos años después, el 2 de mayo de 1968, de mano de Don Juan Carlos de Borbón y Doña Sofía, entonces Príncipes de España.

La brigada recibe el nombre de Almogávares, en homenaje a los guerreros de la Corona de Aragón de los siglos XIII y XIV, infantería ligera acostumbrada a realizar incursiones en la profundidad del territorio enemigo y que llegó a operar en los más lejano del área mediterránea. Se seguía la estela del nombre que se había dado a la I y II bandera. La III había recibido el nombre de 'Ortiz de Zárate', nombre de un teniente paracaidista fallecido de manera heróica en la intervención en Ifni de 1957.

Desde ese momento, la Brigada Paracaidista, una de las unidades de élite del Ejército de Tierra, ha sido una de las fuerzas proyectadas al exterior de manera habitual por las Fuerzas Armadas epañolas. Sus militares han participado en 27 rotaciones de misiones de imposición de la paz: Bosnia y Herzegovina (siete veces entre 1992 y 2003), Kosovo (dos veces entre 2000 y 2002),Afganistán (once veces entre 2004 y 2012), Líbano (dos veces entre 2007 y 2010), Mali (tres veces entre 2013 y 2014), Somalia (en el año 2015), Irak (año 2015) y Senegal (por petición de este país en 2015).

También han estado en tres operaciones de ayuda humanitaria. La primera de ellas fue en el Kurdistán iraquí en 1991. La segunda, durante el año 2000 en Mozambique, ayudando en el país africano tras unas graves inundaciones. Y la tercera y última en Pakistán durante 2005 y 2006, tras el grave terremoto que asoló el país.

Durante estos 66 años de Fuerzas Paracaidistas y 54 años de BRIPAC, 183 militares han perdido la vida. De ellos, 47 lo hicieron en acciones de guerra, incluidos los 6 fallecidos en la misión de Líbano y los tres que perdieron la vida en Afganistán. Otros 71 lo hicieron en accidente paracaidista y 65 en acto de servicio.


Nueva reorganización

En el año 2016 la Brigada Paracaidista inició una nueva transformación para adaptarse a la nueva orgánica del Ejército de Tierra, que le permita sin perder sus características específicas, ser uno de los elementos fundamentales para la proyección de fuerzas, dando flexibilidad al empleo de la Fuerza en todo el espectro del conflicto.    

En la actualidad la BRIPAC se articula en un Cuartel General y en:

          * Regimiento de Infantería "Nápoles" nº 4 de Paracaidistas, integrado por las Banderas Roger de Flor y Roger de Lauria, y ubicado en la Base  "Principe" en Paracuellos del Jarama

          * Regimiento de Infantería "Zaragoza" nº 5 donde se integra la Bandera Ortíz de Zárate, ubicado en Murcia

          * El 1 de enero de 2017 el Regimiento de Caballería "Lusitania" nº 8 se integraba en la BRIPAC. Su Grupo de Caballería Ligero Acorazado "Sagunto" I/8, como nueva Unidad de Maniobra, aporta nuevas capacidades a la Brigada, convirtiéndola en una Unidad más potente.


Hoy la BRIPAC mantiene su esencia de Unidad ligera, rápidamente desplegable y de carácter expedicionario. Como Fuerza de Reacción Inmediata, simultanea las operaciones aerotransportadas y de asalto aéreo con su capacidad como unidad ligero-protegida. Su capacidad dual le permite operar en todo el espectro del conflicto, desde las fases iniciales de una operación convencional de alta intensidad hasta las de seguridad cooperativa desarrolladas en tiempos de paz, pasando por las operaciones de gestión de crisis o de mantenimiento de la paz.

Pero, sin duda, su mayor fortaleza la constituyen sus valores fundacionales, nacidos con sangre en Ifni y magníficamente reflejados en su Ideario Paracaidista. Su trabajo, constancia, esfuerzo y entrega, hace que sus damas y caballeros legionarios paracaidistas constituyan el mejor activo de una de las Unidades de élite del Ejército español.

 

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